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Maldito número uno...

El plan era publicar un post en mi blog diario.  Pero no sólo no se ha logrado, sino que las cosas parecen complicarse más y esa meta se ve más lejos, es eso o la dolorosa verdad de que no tengo disciplina y por ende no he podido cumplir mi objetivo.  El tráfico de la gran ciudad, el ruido, el smog, las millones de caras que se cruzan en tu camino y que seguramente jamás volverás a ver. La estentórea musica que pareciera querer destrozar esas pequeñas bocinas pérdidas entre tanta mercancía y el tedio que quema tu piel, todo amontonado en una banqueta donde caben compradores o transeúntes, pero muy difícilmente ambos. Mientras tanto tú estás viendo la tele o jugando con algún juguete y yo espero a que puedan corregir un error que nos ha costado tiempo y buen humor para dejarnos estresados e impotentes. Quién pensaría que un dígito, uno sólo podría retrasar tu registro ante el registro civil, un número uno de más en la CURP de tu mamá me tiene corriendo para llegar con tiempo de sobra qu

sn. Martín. Gro.

Es curioso como la gente en este pueblo tiene una relación tan estrecha con sus animales, los ven como una inversión que se puede vender en momentos de dificultades o un alimento para días de fiesta o de necesidad. Muchas personas se preocupan y ocupan para que sus animales siempre tengan algo de comer, un animal gordo es sinónimo de abundancia y prosperidad. Y es curioso como trasladan eso a sus hijos, quieren que coman a reventar, prefieren niños gordos y por tanto 'sanos', a niños flacos, tienen en el inconsciente esa forma de pensar. Pero lo que más me llama la atención es la manera en que aún con una relación tan estrecha con sus animales nadie, en todo este tiempo ha buscado la forma de disminuir el sufrimiento o el estrés de los animales al morir. Y de igual forma, al ser un pueblo agricultor, maíz, frijol y calabaza, principalmente, se abusa de los productos químicos en el campo y sin chistar se matan plagas, desde pequeños insectos hasta las zarigüeyas y armadillos que